viernes, 29 de febrero de 2008

Un día en Anfield

25 de mayo de 2005, 40.000 aficionados cantando juntos el famoso “You’ll never walk alone” en el estadio turco de Atatürk y el Liverpool de Rafa Benítez protagonizando la final de Liga de Campeones más bonita que yo pueda recordar. Ese día “me hice” de los ‘reds’.

Quería introducirme entre las históricas gradas de Anfield, celebrar goles junto a los alcoholizados hooligans y emocionarme con el himno más sentimental y emotivo que conozco.


Gracias a mi novia (si no lo menciono podría matarme), uno de mis sueños como forofo del fútbol se pudo cumplir. Aprovechando una de las múltiples ofertas de Ryanair (los autobuses con alas que posibilitan a los estudiantes viajar), nos marchamos a la ciudad de Los Beatles por 50 euros cada uno.

Conseguir las entradas fue un auténtico calvario, la capacidad de Anfield es muy reducida para un equipo de primer nivel, su aforo es de tan solo 45.000 aficionados. Los ‘tickets’ salían a la venta 20 días antes del partido (aviso a navegantes) y como somos españoles, nos confiamos y llegamos tarde. Aun así el viaje estaba pagado por lo que hicimos las maletas y rezamos de camino.

El mismo día de nuestra llegada a Liverpool me acerqué hasta las taquillas del estadio. Un tipo bastante amable me informó de que quizás se pondrían a la venta unas pocas entradas a las 9:30 horas del día de partido. Nos presentamos el sábado a las 8 de la mañana para asegurarnos de ser los primeros de la cola y así fue. El vigilante no daba crédito. La suerte se puso de nuestro lado cuando a las 8:30 apareció un hombre mayor, típico inglés de piel blanca, con gafas de pasta pasadas de moda y los pómulos enrojecidos seguramente del frío. El susodicho mantuvo un pequeño diálogo con el vigilante y nos dijeron que nos acercáramos hasta ellos. Les acompañamos por una puerta continua a las taquillas y nos vendieron dos entradas disimuladamente, probablemente por pena hicieron una excepción a las rígidas normas británicas.


Por culpa de los transportes públicos ingleses nos presentamos en el estadio únicamente 15 minutos antes del pitido inicial. Las gradas ya estaban prácticamente llenas, rebosaban pasión y vitalidad allá donde miraba. El “You’ll never walk alone” me ponía los pelos de punta y los jugadores se alineaban para las fotos de rigor.

El partido empezaba mal, el equipo visitante, el Middlesbrough, se ponía por delante en el minuto 9 con un gol de Tuncay. La réplica la ponía Fernando Torres que igualaba el resultado en el minuto 28 y ponía a su equipo por delante dos minutos después, este segundo gol de soberbio tiro desde la frontal. Tras el descanso y las cervezas (con alcohol porque allí es legal), de nuevo ‘The Kid’ lograba batir al guardameta del Boro tras una salida nefasta del mismo. En el 83 el zurdo Downing engordaba la vaca para morir, anotando el 3-2 definitivo al realizar un buenísimo control orientado que le dejó solo delante del español Reina.

El ‘Niño’ de la cantera rojiblanca se consagraba con un magnífico ‘hat trick’, el primero en la Premier League. Se despedía del césped con el balón en las manos como premio al partidazo realizado y saludaba al público devolviéndoles todo el cariño y apoyo recibido. A la salida del estadio pudimos estar delante de él y comprobar la locura que ha despertado entre los seguidores y sobre todo entre las seguidoras. Cientos de chavales se agolpaban en busca de un autógrafo del joven de Fuenlabrada. También pudimos cruzar unas palabras con Arbeloa, merecedor de un premio por su buen partido y por su simpatía hacia los españoles que estábamos allí (que no éramos pocos por cierto). Un partido perfecto que superó con creces mis expectativas. Una experiencia que me acompañará de por vida.


Siento la extensión, espero no haberos aburrido. Un abrazo.

martes, 26 de febrero de 2008

Cara a Cara

Lo bueno se hace esperar, ya que más vale tarde que nunca y cualquier cosa es poco. Después de esta retahíla del refranero popular, paso a presentar el cara a cara que inaugura una nueva andadura en este nuestro querido blog. En él, dos de nuestros compañeros, Javieres ambos, analizan desde su punto de vista personal, la eliminatoria de octavos de final de la Champions League 2008 entre el Real Madrid y la Roma. El resultado es el siguiente:

Bueno, pues lo dicho, se abre la veda. Esperamos que os haya gustado y que no nos deis muchos palos, sobretodo a los que dan la cara, aunque detrás también haya algún que otro culpable de todo esto.

lunes, 25 de febrero de 2008

PREVIO 2.008 FÓRMULA 1 - REGLAMENTO Y DEMÁS CAMBIOS

Control de tracción, ECU Standard, freno motor, adelantamientos... todas estas palabras que aquí os pongo han sido repetidas hasta la saciedad desde que acabase la temporada 2.007 de Fórmula 1. En esta primera parte del previo (la más ardua, es decir, la "no deportiva") vamos a tratar de explicar lo que realmente suponen los cambios reglamentarios y desmentir ciertos bulos que se tratan de vender, como el del aumento de adelantamientos.


ECU Standard. Este conjunto de siglas y palabras inglesas no son más que una centralita electrónica como la que siempre han tenido los equipos, pero que desde este año será común a todos los equipos. El único fin de esto es asegurar que todos los equipos corren sin ayudas electrónicas, ya que aparte de ser un aparato igual para todos los equipos, no se puede modificar ningún parámetro del mismo. La polémica viene cuando nos enteramos que esta ECU la ha fabricado Mclaren, después de que la FIA instara a todos los equipos a construir una, siendo el del equipo de Woking el proyecto que más gustó. Es cierto que en principio eso puede suponer alguna ventaja para Mclaren, pero la centralita está en poder de todos los equipos desde hace un año aproximadamente, con lo cual es de suponer que no tenga secretos para nadie.

Caja de cambios. Hasta ahora solamente el cambio de motor era penalizado con 10 plazas en la parrilla de salida de un GP. Desde este año las cajas de cambio han de durar 4 carreras, y en caso de sustitución el piloto perderá 5 posiciones en la parrilla de salida.

Freno motor. Quizás es este el cambio más importante en lo que a pilotaje se refiere, más que el tan cacareado control de tracción. Hasta 2.007, los F-1 tenían una ayuda que evitaba el bloqueo de los neumáticos traseros cuando el piloto reducía una marcha antes de tiempo. Este bloqueo provoca un trompo seguro. Desde este año, los pilotos han de tener mucho cuidado al reducir, cualquier error en esta maniobra les puede dejar fuera de una carrera. Esto quizás aumente un poco las distancias de frenado, pero a su vez nos privará de ver frenadas suicidas como la de Hamilton en Monza cuando adelantó a Raikkonen (con lo cual por esta parte no veremos más adelantamientos en pista, pero sí más errores).

Control de tracción. Como su propio nombre indica, es un dispositivo que evita el derrapaje de las ruedas motrices (en el caso de los F-1 las traseras). Hasta el año pasado, el acelerador de un fórmula uno podía ser utilizado como un interruptor y el coche no derrapaba (aunque no fuese esa forma más rápida de conducir un coche de estos, pero eso son otros menesteres). En las carreras en seco no se verán grandes diferencias (los equipos tienen multitud de soluciones para paliar en parte la supresión de esta ayuda electrónica), pero las carreras con lluvia pueden suponer más de un quebradero de cabeza para los pilotos, sobre todo para los menos dotados en condiciones de poco agarre.

Las salidas tendrán una dependecia más directa del piloto que en años anteriores, pero los equipos se las ingeniarán para que la capacidad de tracción de los monoplazas en ese crucial momento sea óptima, así que, pese a la mayor posibilidad de error, sigue siendo algo casi utópico ver salidas como las de antes, con todos los coches sacando humo de sus neumáticos.

Adelantamientos. Llegamos al tema más escabroso de todos los que se han nombrado y, al que realmente nos interesa a los aficionados. Que haya o no control de tracción, que los motores tengan que durar 2 carreras etcétera, no es algo que ocupe nuestras conversaciones, pero que nuestro piloto favorito le levante las pegatinas a su rival en la pista es lo que siempre ha hecho afición. Pero lamentablemente este año seguiremos igual que el año pasado en este aspecto. Me explico.

En la F-1 hay dos tipos de agarre, el agarre mecánico (neumáticos, suspensiones etc) y el agarre aerodinámico (todos los aleros que tiene un F-1). Antiguamente los F-1 eran mucho más simples que ahora, con lo cual casi todo el agarre que tenían era mecánico, el cual depende del coche y de la pista, no influye si el aire que le llega al coche es limpio (cuando ruedas solo) o sucio (cuando vas detrás de otro coche). No existían problemas para que 2 coches rodaran pegados y, por tanto, pudieran adelantarse.

Una técnica que apareció hace mucho tiempo era el efecto suelo. Consistía en colocar unos elementos en la parte inferior del vehículo (faldillas o faldones) con el fin de que el aire que el coche iba cogiendo según avanzaba se quedase debajo del monoplaza formando una turbulencia que mantuviese el coche pegado al suelo, aumentando exponencialmente el agarre y, por tanto, el paso por curva. Esta técnica fue prohibida con el tiempo.

¿A dónde quiero llegar? Bien, aquí llega la clave para explicar la falta de adelantamientos en la Fórmula 1. Todos los alerones y pequeños apéndices aerodinámicos que tiene un Fórmula 1 poseen distintas funciones, y una de ellas es enviar el aire que pega en el monoplaza según avanza a la parte inferior del mismo, formando de manera virtual los faldones para la obtención del efecto suelo. El problema de esto es que solamente funciona cuando el coche va en aire limpio, y cuando sigue a otro vehículo, este aire no le llega al monoplaza, con lo cual la ecuación se desmorona haciendo totalmente imposible que dos Fómula 1 modernos puedan seguirse de cerca en las curvas rápidas (que es donde más se necesita el apoyo aerodinámico).

Cada año la aerodinámica está más perfeccionada, con lo cual los adelantamientos son más complicados. El camino a seguir es una reducción drástica de la aerodinámica y la reintroducción de los neumáticos slicks (es decir, lisos totalmente, lo que daría más agarre mecánico). Se supone que en 2.009 los tiros irán por ahí, de hecho este año en Jerez ya se han probado este tipo de neumáticos y una aerodinámica reducida... pero hasta que no lo veamos, mejor no creerselo.

Tras los entrenamientos en Montmeló de esta semana (los últimos antes de comenzar el mundial) publicaré el previo deportivo. Hasta entonces, un saludo a tod@s.

domingo, 24 de febrero de 2008

El Madrid resbala en el Bernabeu

El conjunto blanco se mostró muy espeso durante los 90 minutos. Al Getafe le bastó con un gran orden táctico. Un despiste de los madridistas al celebrar un gol anulado les costó el partido a la contra. El Barca se pone a dos puntos del liderato. El fútbol es un estado de ánimo.

El Madrid se presentaba en el Bernabeu con un estado preocupante. Tres derrotas casi consecutivas parecían mostrar las carencias del todopoderoso líder. En cuanto a las bajas, una importante por cada línea: Pepe, Sneijder y Robinho. Y para colmo, el Barcelona le hacía una manita al colista de la Liga minutos antes del inicio y se situaba provisionalmente a dos puntos del liderato. Pero a pesar de todo esto, el partido era en el Bernabeu, y los blancos se veían con esa tranquilidad y esa calma de jugar en casa, con los zapatos quitados y la corbata desanudada. 11 victorias seguidas en casa no podían ser casualidad. El Getafe, por su parte, llegaba tras hacer historia en la UEFA y jugando sin Granero y De la Red por compromiso firmado con la entidad blanca. No pintaba muy allá para los de Laudrup.
El partido empezó como mandan los canones futbolísticos. El local dominando el juego e intentando abrir la lata del visitante, que se cierra bien atrás. Pero pronto se topaba el Madrid con un rival que no vestía de azul: el césped. La lluva caída en la capital durante todo el día de forma intermitente parecía afectar más al equipo blanco que a los azulones, y más en concreto a jugadres como Van Nistelrooy o Gago, que ejercían patinaje sobre el verde. Aún con esas, el Madrid encerraba al rival en su campo pero sin llegar a crear verdadera sensación de peligro. Guti sacaba el tiralíneas y dirigía las tropas hacia Abbondanzieri, pero faltaba algo. Baptista se mostraba espesísimo, pidiendo a gritos la suplencia de la que tanto esfuerzo le costó salir. El Getafe simplemente aguardaba atrás, con mucho orden, y saliendo en ocasiones con cierto peligro, pero nada más. Y Robben continuaba con sus acometidas por ambas bandas, generando por lo general más ruido que nueces. El caso es que nos plantábamos en el descanso del encuentro con Casillas y Abbondanzieri con los guantes sin estrenar. Una primera parte realmente aburrida.

En la segunda mitad, la historia no cambiaba en exceso. El conjunto madridista empujando hacia delante pero sin llegar a morder arriba, sin pegada, cosa que le suele sobrar. Schuster trataba de cambiar la inercia del choque dando entrada a Drenthe en lugar del amodorrado Baptista. Pero nada. Agua. Y a todo esto, en el minuto 20 llegaba la jugada de circo. El chiste que si te lo cuentan, no te lo crees: el Madrid marca por medio de Robben. Medio equipo se lanza apresuradamente a la banda para celebrarlo, mientras el juez de línea de esa misma banda levanta el banda señalando fuera de juego. Los jugadores, atónitos, contemplan desde ese mismo sitio como el Getafe saca rápido y monta el contragolpe. Se plantan cuatro jugadores azulones frente a Guti y Heinze en defensa. El resultado, evidente: gol. De Uche, para ser más preciso. El público no daba crédito. Y los jugadores menos aún. Gago se veía besando a Robben por el supuesto 1-0 cuando en 20 segundos la cosa se ponía 0-1. De locos.

Tras la jugada cómica (o tragicómica para los madridistas) de la jornada, el Bernabeu se encendía y se levantaba en armas en búsqueda de justicia. Vale que se pongan pesados en tu casa, pero que encima se rían en tu cara, eso tampoco es. Y por si fuese poco, el mariscal de campo y el único que a día de hoy le da sentido al juego del Madrid, Guti, sentía un pinchazo y se retiraba lesionado.


Al Madrid se le habían subido a las barbas y se encontraba sin timón, corriendo para delante y para detrás como pollos sin cabeza. El campo se les hacía larguísimo y comenzaban los síntomas de agotamiento. Mental y físico. Schuster metía toda la artillería en el terreno de juego, dando entrada a Higuaín y Soldado por el malogrado Guti y por Torres. Pero de poco iba a servir. El conjunto merengue lanzaba balones al área rival como quien tira chinitas a un muro. El Getafe aprovechaba para sacar el tarro de formol y meter el partido ahí dentro, para que durmiese profundamente.

Y el cuento finalizaba así. El Madrid se encuentra en un estado en el que le toses y pierde el partido. así de simple. Durante la temporada tuvo varios partidos que ganaba sin merecerlo, y ahora le toca justo lo contrario. Ahora es el Barca el que parece un gigante que da tres pasos por cada dos de los blancos. Y es que, sin lugar a dudas señores, el fútbol es un estado de ánimo.

El Zaragoza no acudió a un partido que se antojaba apasionante

Luis Fabiano marcó dos más y se desmarca como máximo goleador. Diogo perdió los papeles de nuevo y acabó expulsado. Dani Alves volvió y protagonizó el ataque sevillista. Capel llama a las puertas de la Selección.

Tremendo partido. Ese era el titular con el que se tachaba el choque entre el Sevilla de Jiménez y el Zaragoza de Irureta. Y fue tremendo, pero sólo para la afición que se dio cita anoche en el templo sevillista. Pues un desdibujado Zaragoza no fue rival para la engrasada maquinaria sevillista.
El conjunto maño llegaba a tierras andaluzas enojado por el último atraco liguero hace una semana sobre la misma hora, quizá tan enojado que en ningún momento se dio cuenta que estaba en otro partido. Un duelo distinto, contra una locomotora, no contra un reloj suizo como es el conjunto culé.

Empezó el choque. Un encuentro donde se daban cita las mejores duplas goleadoras de La Liga. El Sevilla decidido a comerse a los maños, y vaya si se los comieron. A la vieja usanza, por ambas bandas, con dos puñales como Capel y Navas y el omnipresente Alves doblando a ambos, y es que este hombre aparece por doquier. Juanfran y Diogo no daban abasto, sabían que iban a sufrir en Nervión, pero no de este modo. Para postre lesión del buen central Sergio, y oportunidad para el “archiconocido” Pavón, mala tarde para coger minutos en Liga.
Y quién mejor para probar a Pavón que el Pichichi Luis Fabiano, que se incrustó entre el exmadridista y Ayala haciendo verdadero daño a la zaga maña. Así fue, en una nueva subida del lateral (recordemos) Alves, el brasileño la puso al corazón del área sabiendo que el máximo artillero la llevaría a las mallas de Cesar, aunque fuese en semifallo, era el minuto 19.

Delirio en Nervión, y ahí se acabó el partido (si lo había habido en algún momento). La debilitada moral del equipo maño por lo suelos, mientras las hordas de Jiménez avasallaban la retaguardia zaragocista. Y llegó el segundo en el minuto 24, de nuevo Luis Fabiano que ya suma 19, 29 en toda la temporada, y estamos a 23 de febrero no lo olviden. Cesar recriminaba a los suyos, pero el problema no era de la defensa. Pues ante tal “genocidio maño” Luccin era el único “no defensa” que ayudaba en tareas defensivas, con Zapater y Celades comiéndose la empanada en Móstoles, y un Sergio García incapaz de bajar a ayudar al lateral Juanfran.

Y en este tipo de “abuso futbolístico” no hay dos sin tres. Y es tal la situación del Real Zaragoza que Cesar tiene que detener también a sus centrales. La explicación es la siguiente: gran ocasión de gol para Kanouté desbaratada por Cesar, pero el meta no contaba con la presencia de Ayala, que la cuela en su propio arco en el minuto 43.

Tiempo para el descanso, un descanso que Irureta hubiera demandado en el minuto 15, pero ya se sabe que el tiempo muerto no existe en el fútbol, y qué lastima pensaran algunos técnicos. El bueno de Javo se quedó sin discurso con toda seguridad, se fue 3 a 0 en contra y lo mejor fue el resultado para los maños.

Se reanuda la contienda, parece que el equipo sevillista está más sereno, ya ha hecho la faena. Más no nos equivoquemos, siempre quieren más, hacer sangre si pueden, te pisan si estás desfallecido en el suelo. Y más mala suerte para Cesar, balón largo de Mosquera a Luis Fabiano, y cuando se dispone a fusilar al meta maño se cruza Diogo y la cuela en su propia meta en el 50. Cesar pensaría que estaba luchando contra más hombres que de costumbre, su defensa se la volvía a jugar.

Con 4 a 0 sabemos que a algunos jugadores les hierve la sangre, más si cabe si eres uruguayo y te acabas de colar un gol en tu arco. Más aún si odias al equipo que tienes enfrente, y más si tu enemigo número uno es Pichichi y todo le va de lujo. Pues Diogo no tenía otro destino que ser expulsado, estaba escrito. Y fue por una escalofriante entrada a Capel, digna de manicomio. Para la gente que ama las estadísticas ahí va una, el uruguayo ha sido expulsado en 3 de los últimos 4 partidos en los que se ha enfrentado al Sevilla ¿problema personal? Lo desconocemos, pero curioso es, sin duda.

Ya con uno menos el baile fue a más lógicamente. Un desaparecido Oliveira dejó su puesto a Chus Herrero para reforzar la medular, y Jiménez aprovecho para dar minutos a gente como Koné o De Mul. Ocasión tras ocasión, hasta que llegó el quinto. Obra de Keita en el 68 al rematar asombrosamente solo un córner botado por Alves, siempre Alves.

De aquí al final sólo quedó comparecernos de ver como un más que posible gran partido se quedó en una “orgía sevillista”. Y eso que venían cansados de Turquía. Acabó un partido donde ni Milito ni Oliveira tocaron bola, y que se hizo demasiado largo para la endeble defensa maña. Lo mejor para el Zaragoza el resultado (créanme) y la sensación de que ayer cualquier equipo hubiera salido goleado de Nervión.

Irureta tiene trabajo y se mete en problemas con 29 discretos puntos, mientras que el Sevilla ya huele la zona Champions muy de cerca, tan cerca que Atleti, Villareal y Espanyol ya tiemblan.

lunes, 18 de febrero de 2008

El CurroBetis vence con sus armas

Ser de un equipo humilde es lo que tiene, son pocas las alegrías que te llevas al gaznate. Pero amigos madridistas, no conocen el sabor de esas pocas alegrías. Es como el que come solomillo a diario, olvida la sensación de comerlo tras meses sin disfrutarlo, no lo valora en su justa medida. El sábado me tocó solomillo de primero, con ternera argentina setas tailandesas de segundo y profiteroles con chocolate caliente de postre. Desde la flamante consecución de la Copa del Rey ante Osasuna o la victoria contra el multimillonario Chelsea de Abrámovich he estado degustando tostadas con mantequillas casi a diario, y es que los aficionados béticos nos merecíamos ya algo así. El partido se presentaba “facilito” para el mejor equipo del Siglo XX. Un rival casi en descenso, con una situación convulsa y al que le cuesta mucho sacar tajada en sus citas en el Ruiz de Lopera.

El todopoderoso equipo merengue, con el “mejor jugador de la liga española”, el 14, como se ha afirmado durante esta semana y con el equipo del famoso 7 a 0 endosado al suicida Mendilibar. Un 2 fijo en la quiniela. En la quiniela de los que nunca se harán millonarios, acertarán 13 y se llevarán un par de euros. En esta vida hay que arriesgar un poco más y salirse del carrilillo (como diría nuestro Reyero).

El partido tuvo dos partes, y ya que es mi obsesión, lo destacaré. Un parte que ocupó los primeros 30 minutos fue la protagonizada por un Guti excesivamente liberado. La segunda parte duró 60 minutos, y en ésta el 14 tuvo a Arzu y Ribera muy pendientes de él, entonces desapareció.


Se adelantaba pronto el Madrid en una nueva empanada de la defensa bética, Robben se colaba por su banda derecha y le regalaba el gol al omnipresente en esos momentos, Drenthe. Primer mazazo muy pronto para la ya cansada parroquia bética. Pudo llegar el segundo, pero Ricardo estaba acertado, una vez más, y que portero fichó el Betis, que verdad es que mejoran con los años. Se avecinaba tormenta, y llegaban los primeros mensajes de soberbios como Manu Morillas (aunque es simpático este individuo). Rezaba el mensaje” Te dije que os caían 3. Olvídalo, serán 4 ¿qué os pasa pichita?”.


Pues bien, se desencadenaron los acontecimientos, la piel del oso hay que cazarla, y luego, si eso, venderla. Las ligas se ganan cuando el segundo rival ya no puede alcanzarte matemáticamente, esto es así. Hablar es gratis, y reconfortante, te sientes bien. Pero puede pasarte lo que le paso al bueno de Manu, recibir dos mensajes que digan “jodete, jodete de nuevo”, es ley de vida, jajaja.

Fue en el minuto 30, Guti perdió un balón de esos que él no intenta recuperar, porque el esfuerzo hay que mesurarlo para luego llegar fresquito a dar un pase de portada, balón a banda, donde el inmenso Pavone suele caer para efectuar buenos centros, y se lo manda a Edú al corazón del área para que bata a Casillas. Pero la culpa es de Marcelo, no de Guti, es del brasileño, que en la vida le podría quitar un balón por arriba a un cabeceador como Edú. Y es que lo fácil es echar la culpa al más débil, y en este caso es Marcelo.

Poco después, jugada calcada a la anterior, un habilidoso Edú recibe en banda izquierda, dribla varias veces a Salgado (si es Sergio Ramos lo dribla igual), amaga varios centros al área, y finalmente centra con la izquierda para que el chileno Mark González se reivindique y adelantara a los verdiblancos. El Madrid estaba grogui, el trivote formado por Rivera, Arzu y un rejuvenecido Capi se comían a la famosa “doble G”. Se llegó al descanso, y esto fue mejor noticia para los de Schuster que para los de Chaparro, pues el Betis controlaba a su antojo.

La segunda parte tenía un guión escrito, el Betis defendería el resultado con todo. Lo que no se esperaba era a un Madrid totalmente inoperante que sólo creó peligro con la entrada de Van Nistelrooy al terreno de juego, pues Raúl… Ah, que no lo he dicho, Raúl, el de la polémica con la Selección, jugó (bueno, estuvo).


Van Nistelrooy la tuvo, la pegó mordida y aún así fue al palo, y es que tiene tanto peligro que hasta fallado lo crea. Los recogepelotas se borraron al estilo Guti. Cultura sevillana, hay que alabarlo, no criticarlo. Hay va un topicazo, el fútbol es para listos, y en Sevilla otra cosa no, pero picaresca. Y no digo que en Madrid sean tontos, pero son culturas. Ricardo se tumbó un rato al sentir el pie de Robben, los portugueses también entienden de esto. 6 minutos de descuento, pueden sonar muchos, pero en realidad fueron pocos, dado el tiempo que perdió el conjunto de Chaparro. Y es que el Madrid no supo evitar este juego impuesto por Chaparro, fue ingenuo y cayó en la trampa, entró en el juego brusco y las tanganas.

Final del partido, jolgorio verdiblanco, la guasa del pobre sobre el rico, David venció a Goliath, otro topicazo. Vivimos hace poco la semana blanca, pues prepárense compañeros madridistas, se abre la semana verdiblanca, esta vez me rio yo. Y ni una victoria contra la Roma va a empañar esta sensación de equipo falto de espíritu dejado en el Manuel Ruiz de Lopera, donde el Betis fue superior y Chaparro le dio una lección a Schuster.

P.D: Si finalmente baja el Betis se reirán de mi, pero como diría mi amigo Blanco en el Bernabeu viendo al Mallorca ganar, “que me quiten lo bailao”. SE ABRE LA VEDA.

domingo, 17 de febrero de 2008

O´Sullivan se rinde ante el joven Selby

Después de un torneo brillante, donde Ronnie O´Sullivan se merendó a todo el que se puso en su camino, la final tenía un claro acento del West Midland, pero Mark Selby estaba decidido a que el trofeo de la edición de 2008 del Welsh Open durmiera esta noche y para el resto de su vida en su residencia de Leicester. Para ello tuvo que emplear todo su talento y toda su paciencia.

Porque, pese a los dos buenos primeros frames que ganó el bufón de Leicester, la cosa no se puso fácil. Un gran Ronnie O´Sullivan remontaba y colocaba el número tres en su casillero con sendos breaks brillantísimos, uno de ellos de 142, lo que suponía 2.000 libras más para el bolsillo del numero uno provisional, al convertirse en el break más alto del torneo. Selby reaccionó antes del descanso y dio la vuelta a la primera sesión con dos buenas entradas de noventa y ochenta puntos. Pero The Rocket tenía en su brazo una nueva sorpresa. Un break de 135 en el octavo y último frame de la sesión colocaba el empate a cuatro en el marcador. Con esta entrada, O´Sullivan lograba su sexta centena en el torneo, lo que le otorgaría un nuevo premio económico, al ser el jugador que más breaks por encima de 100 había conseguido.

De esta guisa se presentaba la segunda y definitiva sesión. Todo empatado, pero con las sensaciones positivas de un Ronnie que mostraba su versión del Doctor Jekyll, la del jugador talentoso, la del genio que, centrado, es capaz de resolver cualquier misterio sobre un tapete verde con quince bolas rojas y seis multicolores. Ese que asusta e intimida a los rivales. Con esa intimidación salió Mark Selby a la mesa. Se podía sentir la presión en su cuello. Y The Rocket lo sabía.

98, 107, y seis a cuatro para el de Essex. Parecía imparable. Ronnie avanzaba con paso firme hacia su decimonoveno torneo de ranking con su séptimo break centenario y Selby veía cómo se le escapa una nueva final. Pero el de Leicester se repuso y arrancó de las garras de su rival el undécimo frame de la final para achuchar a un Ronnie que, tranquilo, espera su turno en su rincón. Y así fue, otro gran break de 84 y The Rocket se iba al descanso 7 a 5.

Peor se le pusieron las cosas al Bufón de Leicester. O´Sullivan salía del vestuario como un cohete tras el descanso, logrando el octavo frame en su casillero. La final se inclinaba hacia las manos del Doctor Jekyll y Selby parecía que se la acercaba aún más. Así, en el decimocuarto frame, falló una bola que dejaba a The Rocket una mesa abierta, que parecía amoldada al juego del genio británico. Pero incomprensiblemente falló en su serie y todo empezó a cambiar.

Mr. Hyde salió a pasear. Selby se alzó con el decimocuarto y con el decimoquinto. O´Sullivan sentía el aliento del rival, que ahora parecía lleno de confianza, aunque aún receloso por la gran ventaja de la que su rival disponía. Todos esos nervios, de uno y otro jugador se transmitían a los tacos, y el decimosexto frame estuvo lleno de defensas, unas buenas y otras no tanto. Selby estaba llevando la final a su terreno, y Ronnie no se lo podía creer. En su silla del rincón, The Magician no paraba de gesticular y moverse, y cuando salía a la mesa, sus decisiones eran poco acertadas y precipitadas en muchos casos, aunque mantenía las opciones.

Así, Selby realizó un buen break que le dio la ventaja inicial, pero que no resolvió. Ronnie parecía que volvía a sonreír, pero nada más lejos de la realidad. Tras un fallo clamoroso sobre la bola rosa The Rocket se desmoronó. El de Leicester agarró con firmeza el taco y empató a ocho la final. Todo se decidiría en el decimoséptimo y último frame. Ahí, O´Sullivan mostró de nuevo su cara más fea, la de las gesticulaciones, la de las bolas totalmente sin control y las de las bolas superarriesgadas. Así perdió la final. Cuando tenía el control de la mesa y parecía lanzado a por la victoria, Ronnie se jugó un doble con efecto contrario en una bola prácticamente inatacable en condiciones normales y, por supuesto, mucho menos jugable en un frame decisivo de una final, cuando el marcador es favorable a tu rival y se tienen grandes opciones de ganar con buenas defensas.

Pero los genios son así. Hoy le ha tocado la parte de Mr. Hyde y Selby a resultado el brillante campeón del Welsh open de 2008, en el que ha ganado a cuatro campeones del mundo, que suman entre ellos 14 títulos mundiales. En fin, se enfrentaban presente y futuro, y se ha impuesto el más joven, el más seguro y el que más paciencia ha tenido. Felicidades Mark!

sábado, 16 de febrero de 2008

Los laterales condenan al Madrid

Lamentable partido de Marcelo y Salgado. Edu resuelve el partido en 4 minutos. Buen comienzo del Madrid, que pudo sentenciar. Demasiado premio para el Betis. Hay liga.

Si el Real Madrid pretende hacer algo grande este año en Europa, ya puede ir recuperando gente lesionada para la defensa, porque de lo contrario sufrirá lo indecible. A día de hoy, Marcelo no vale para este equipo por falta de madurez, y Salgado por exceso de ella, casi tirando a vejez prematura. Ambos jugadores se comieron todos los balones que pasaban por allí, entre ellos los dos goles y la derrota de su equipo. Los equipos rivales lo saben, por lo que veremos que sucede el martes en el Olímpico de Roma.

El conjunto de Schuster se plantaba en el campo con las bajas importantes de Robinho y Sneijder, más el descanso a Ruud Van Nistelrooy para el encuentro de Champions. Eso, unido a las ausencias de Pepe y Heinze atrás, podían dar la sensación de un Madrid debilitado, pero nada más lejos de la realidad. Los merengues comenzaban el partido imponiendo el ritmo, marcando el tempo del esférico, tocando y llegando con soltura, con un Gutiérrez dirigiendo la orquesta un día más. A los 5 minutos, un buen pase de Gago, que cada día crece más en el conjunto, habilitaba la carrera de Robben, que servía un gran pase tras la salida de Ricardo para que Drenthe culminase la jugada. 0-1. El Ruiz de Lopera presagiaba un bañito similar al del Valladolid y comenzaban los pitos a su equipo. El Madrid continuaba manejando el partido y las llegadas se sucedían, todas ellas con grandes pases del 14, y con grandes fallos defensivos de los verdiblancos.

Pero, cuando pintaban bastos para el conjunto bético, pasada la media hora, aparecía la figura y la calidad de Edu. En dos fogonazos del brasileño, cabeceaba un centro desde la derecha ante la pasividad de Marcelo, y en el segunto tanto le bailaba el agua a Salgado (que todavía anda buscando la cintura) y le ponía un gran balón a Mark González, que le volvía a comer la tostada al lateral brasileño y marcaba el segundo. El estadio se venía abajo. El Betis se veía por delante del líder, 2-1, sin comerlo ni beberlo. Schuster no daba crédito a lo que sucedía y comentaba al descanso: "No me puedo creer que vayamos perdiendo este partido".

En la segunda parte, el Real Madrid tomaba el partido por completo y lo intentaba con el séptimo de caballería. Entraban Van Nistelrooy, Higuain y Balboa, pero el partido y la prima de Lopera ya no se les iba a escapar a los hombres de Chaparro. Cerrados muy bien atrás, y con la salida de un perro de presa como Juande, ahogaban al único jugador con capacidad para dar juego y goles, es decir, el 14 blanco. El Madrid moría en las cercanías del área o dentro de ella, con buenas ocasiones como el palo de Ruud, pero pecaba de ingenio para abrir la lata.

En definitiva, el Betis se llevaba un partido muy trabajado pero que no se mereció ganar. El Real Madrid pierde su segundo partido consecutivo lejos del Bernabéu y le facilita mucho las cosas al Barcelona. Vuelve a haber Liga, aunque veremos en que queda lo de La Romareda...

jueves, 14 de febrero de 2008

El Calcio también enamora

Andaba yo un domingo más por el salón de mi casa, a eso de las tres de la tarde. Era un fin de semana más en mi “amargada” vida en “BronxToles”. Cuando recordé que Teledeporte retransmitía una apasionante duelo directo en la lucha por la Champions League, entre el Udinese de Quaggliarella y Di Natale y la Juventus de la vieja guardia. Se preguntarán algunos si no tenía nada mejor que hacer, y la verdad es que aunque hubiera tenido algo mejor que hacer me hubiera “pipado” el choque de todos modos.
Pues el Calcio, pregúntenle a Tobia, tiene su encanto, es bonito ver como se gana un duelo desde el orden y la táctica de vez en cuando, es realizable observar la disciplina llevada al máximo extremo y muy interesante vivir el símil entre un partido de fútbol y una partida de ajedrez.

La Juventus, la “Vecchia Signora”, el equipo más grande que conozco. Junto al Bayer Munich es el club que más he visto desde mi infancia, nunca ha faltado en las grandes citas continentales, siempre ha estado al pie del cañón dándole guerra a los presumidos equipos ingleses, o a los de nuestra “liga de las estrellas”. Este año faltan los dos a la cita europea, por eso se doblan las opciones del Real Madrid o Barcelona a ganarla.
Los madridistas, pese a meterle 7 al suicida Mendilibar, se echarían a temblar si su duelo contra la Roma fuera frente a estos buques insignias del fútbol continental, pues ver enfrente a un tipo como Trezeguet inspira un miedo digno de estudio.

La grandeza de la Juventus es innegable, pero lo que ha pasado en estos últimos años no ha hecho más que acrecentarla. El Moggigate fue un duro golpe para el club, pero la “Juve” no se lamenta y sobre todo, no llora en las esquinas. Cumplió su condena, ascendió y se situó de nuevo entre los grandes del Calcio y todo gracias al enorme compromiso de algunas de sus estrellas. Con el descenso lo lógico era una fuga de estrellas, y ciertamente la hubo (Zambrotta, Ibrahimovic y Cannavaro se fueron para seguir cumpliendo sus objetivos), pero hubo héroes que se quedaron a salvar el barco. Empezando por el mejor portero del mundo, Gigi Buffon, se quedaron Camoranesi, Del Piero, Nedved y Trezeguet entre otros.

Nunca dejaré de admirar este suceso, y reflexiono sobre que pasaría si Barça o Real Madrid bajaran a Segunda. Yo creo que ahí no se quedaba ni el tato a acompañar a Oleguer o Balboa. Pero es que es otro fútbol, aquí de disciplina vamos cortitos, seguimos diciendo que Ronaldinho es el mejor del mundo amigo Laporta, cuando lo indicado era ponerle un lazito y enviarlo para el Paulista, como hizo el Inter de Milán con su estrella Adriano.
Un ejemplo reciente es el sms enviado de Ancelotti a Ronaldo “si quieres renovar ponte en forma”, esta es la disciplina que necesita el fútbol actual, donde el lujo y la soberbia vuelven locos a jugadores de la talla de Guti o Ronaldinho.

La Vieja Guardia sigue siendo la base del equipo entrenado ahora por el sargento Ranieri, situado en una meritoria tercera plaza en el Calcio y disfrutando de cierta estabilidad. Y esta guardia, por “vieja” no deja de ser eficiente. Un claro ejemplo es el francés Trezeguet, máximo goleador el año pasado en el “infierno” y capocanioneri esta temporada. Del Piero, que ha sido astuto y ha renunciado a la “azzurra” antes que le pase lo que a Raúl con “la roja”, sigue demostrando su clase y es vital en el ataque Juventino y un balón de oro como el checo Nedved fusila las defensas rivales con sus ya clásicas diagonales como si siguiera siendo una promesa del fútbol del este (de nuevo un tipo listo que ha dejado su selección para rendir más con quien le paga el sueldo).
Y qué decir del pulmón del equipo, el indio Camoranesi, empeñado en convertir un partido de fútbol en su peculiar maratón. Y Buffon, siempre Buffon, se hace gigante en una portería donde los delanteros lo ven más complicado partido a partido. Más aún, con la incorporación de un central como Chiellini, que aterroriza igual o más que Materrazzi, muy curtido en el arte de saltar con los codos por delante, y esto en Italia sí se permite.

Veo este partido y retrocedo en el tiempo unos cuatro años, la Juventus sigue siendo la misma, idéntica disciplina en el campo, similar compromiso con el club y, todo hay que decirlo, misma efectividad goleadora que empaña un fútbol táctico hasta los extremos. Y es que el Udidese pronto se adelantaba en el marcador, por medio de Dosena.
La Juventus sufría y no tenía ocasión de gol alguna, pero tranquilos compañeros que ni el comentarista ni yo dudábamos que a la primera que tuviera fuera el empate. Y así fue, un saque de esquina bien botado por Del Piero y golazo de cabeza de Camoranesi. Ranieri, fiel a su estilo, hace cambios pero lo deja todo en su sitio, entra Iaquinta (fichado para liberar de minutos a Trezeguet por lo visto hasta ahora) y en el primer balón que toca, sus botas adelantan a la Juve y sentencian a sus excompañeros de Udine.

Este partido lo he visto mil veces y el resultado siempre ha sido el mismo. Por lo tanto, ya no puede ser suerte (como diría el gran Javier Lozano), es más producto de la disciplina, la táctica, el saber marcar los tiempos del partido, el rigor italiano, el oficio y un largo etc.

Qué lastima que no tengamos a la Juventus en la actual Champions, pero me queda el gozo de soñar con verla el curso próximo, donde seguramente se enfrentará en cuartos al Madrid, será una gran eliminatoria seguro. Allí estará Del Piero que, a mi juicio, ha sido el mejor jugador que ha pasado por el Calcio desde el gran Roberto Baggio (que se merece un comentario y lo tendrá) esperando una última oportunidad para ganar una Copa de Europa que la historia le debe, sin duda.

Tras este táctico partido, seguía sin tener nada que hacer (y es que los situados en la clase media solemos vivir estas situaciones con frecuencia), así que a las 5 de la tarde seguí con Teledeporte para ver un apasionante Chelsea-Liverpool. Misma esencia que el duelo anterior, pero con distinto envoltorio. Un ritmo mucho mayor de partido (me parecía que la imagen llegaba a mi televisor acelerada) pero nos encontramos ante dos de los equipos menos ingleses de la Premier, y eso se nota, otro partido sin demasiadas ocasiones de gol y con mucha táctica, no podía ser de otro modo estando Benítez en uno de los bancos. Un 0 a 0 aburridito, con mucha tensión, eso sí. Y como la Juventus ganó 2 a 1, aunque sea por los goles, esta semana me quedo con el Calcio.

P.D. Tobia que gran país tienes, sin duda el que más entiende de fútbol, cuando acabemos el Máster busca dos buenos puestos que me voy contigo para allá, incluso puede que con mi estilo de juego quizá pueda hacerme un hueco en la “azzurra”

miércoles, 13 de febrero de 2008

El Karting

Desde la llegada de Fernando Alonso a la Fórmula 1 (bueno, más bien desde que éste empezó a ganar) la fiebre por las carreras se ha desatado en España. Desde muchos medios no especializados nos han vendido el Karting simplemente como la categoría base del automovilismo o el camino que sigue el hijo de Carlos Sáinz para intentar llegar a algo. Pues bien, una vez más, fallan en su afirmación. El Karting es el gran desconocido del automovilismo (cosa a la que contribuye la escasa dedicación que le dedican los medios, esta vez sí, especializados), ya que es un deporte en auge en nuestro país, y que nos regala a los aficionados (y practicantes en mi caso) las carreras más espectaculares y con más adelantamientos que jamás he visto.


Es cierto que muchos padres hacen correr a sus hijos (no son los hijos los que, con 3 años, dicen a papá "quiero ser piloto") con el objetivo de llegar lejos en este mundo. Pero este deporte no es el fútbol, el baloncesto o el tenis, donde si eres un crack llegas lejos. Aquí necesitas ser un crack, tener mucho dinero, que los resultados acompañen (no olvides nunca que por muy bueno que seas siempre dependerás de una máquina) y tener muchos contactos (volviendo al hijo de Sáinz, este año va a correr por medio mundo con el equipo que Michael Schumacher tiene de karting tras unos resultados buenos, pero ni mucho menos brillantes). Y todos sabemos el número de Alonsos que han salido desde que apareció el automovilismo. Detrás de todas estas ambiciones y, en algunos casos, frustraciones, llegamos a la parte más bonita, el Karting como deporte y no como cantera.

Aquí en España, como he dicho antes, el karting ha sufrido un boom espectacular en los últimos años, y es algo que se nota en las parrillas de todos los circuitos españoles. Existen a su vez multitud de categorías en las que competir. En lo que se refiere a los chasis (y aquí hablo de ellos en general, pues hay multitud de marcas), podríamos decir que existen cuatro modalidades, los cadetes (niños), los grandes (chasis que pueden abarcar todas las categorías adultas con motores sin marchas), los DD2 (proyecto de reciente creación exclusivo para un tipo de motor con 2 marchas) y los ICC (chasis especiales que llevan motores de 6 velocidades cuya capacidad de aceleración prácticamente iguala la de un F-1).

Dentro de los motores hay multitud de opciones, y con el fin de no lograr el inicio de la fase REM en los posibles lectores de este texto, me centraré en la categoría que, por motivos obvios, mejor conozco, la Rotax Max. El Rotax Max es un motor de 2 tiempos, 125 cc y que desarrolla una potencia de casi 30 cv. Puede parecer una birria, pero el conjunto chasis-motor no supera los 90 kg, con lo cual la relación peso-potencia es brutal (este motor, sin ser el más potente de todos, puede llegar a alcanzar los 150km/h en circuitos rápidos). El motor está precintado con el objetivo de garantizar una igualdad mecánica razonable (siempre sabiendo que 2 motores jamás serán iguales). El chasis es uno de los que antes he denominado grandes. Existen multitud de marcas, y cada uno por la razón que sea (hay pilotos que van contratados por marcas y pilotos que van con su kart propio... como yo) elige la suya.














Todos los años se disputan una serie de campeonatos regionales que dan acceso a la Final Nacional, la cual da acceso al Campeonato Mundial. Las comunidades donde se disputan los distintos campeonatos Rotax son Cataluña, Madrid, Valencia, Castilla y León y Aragón.

En Madrid, la situación es especial. La Federación Madrileña de Karting fomenta su deporte lo mismo que Heidi la violencia (sino, no me puedo explicar como su campeonato oficial cuenta con parrillas de 6 o 7 pilotos y el campeonato oficial Rotax cuenta con más de 20). El campeonato Rotax de Madrid se disputa gracias a la organización que lleva a cabo el distribuidor oficial de estos motores en la zona, y de ahí que las 7 pruebas que tiene se disputen en el trazado de Torrejón, donde se encuentra dicho distribuidor (aparte de que el número de circuitos aquí en Madrid es irrisorio comparado con nuestros homónimos catalanes, andaluces etc etc). Cada una de las pruebas consta de una clasificatoria para decidir la parrilla de salida y 2 mangas (el orden de salida de la segunda lo da el orden de llegada de la primera). Así que en total son 14 mangas que puntúan cada una por separado, pudiendo a final de año descontarte los dos peores resultados. También suman un punto la Pole Position y la vuelta rápida de cada carrera.

Para acceder a la Final Nacional solamente has de cumplir un requisito, participar en al menos 4 pruebas oficiales Rotax a lo largo de la temporada. Es una sola carrera, y hasta el año pasado ibas allí defendiendo una serie de complicadas puntuaciones obtenidas a lo largo del año en los campeonatos regionales, con lo cual se podía dar el caso (como se dio el año pasado) que el Campeón de España y el ganador de la Final Nacional fuesen diferentes. Desde este año sólo esta carrera decidirá el Campeón de España, sin tener en cuenta nada más que el orden de llegada de ese día.

Y ya por último, el Campeón de España es el que defenderá a nuestro país en una Final Mundial donde van los campeones de cada nación. Es, al igual que la Final Nacional, una carrera la que decide todo. Pero el Mundial tiene una peculiaridad, el piloto va solo con el mecánico, ya que la organización se encarga de aportar todo el material necesario (chasis, todos de la misma marca y especificación, y motor fundamentalmente) con el fin de buscar la utopía de la igualdad absoluta.

Estos son los rasgos generales de la distribución de una de las categorías de Karting más numerosas y espectaculares en nuestro país, y el que crea que exagero, está invitado el 9 de Marzo al circuito de Torrejón, que es cuando empieza la temporada 2.008 aquí en Madrid.

Gracias a Manu por animarme a escribir algo así, no se si alguien se acabará el texto, pero el caso es que he disfrutado haciéndolo y tratando de aportar algo sobre un deporte tan desconocido como exigente.

El Madrid golea de la mano de Guti y Raúl

Real Madrid 7 - Valladolid 0

El Real Madrid propina una goleada histórica al Valladolid. Los de Pucela pagaron cara su valentía. Raúl y Guti se reivindican a Luís para la selección. Y un individuo lo predijo todo en la grada.

El augurio
Era el asiento número 5 de una fila 10 del lateral situado tras los
banquillos del Santiago Bernabéu. Un hombre de aspecto campechano, lucía un chándal color azul oscuro, pese a que su perfil, y la curvatura de su estómago, no delataba a un hombre especialmente dado a practicar deporte. Mascaba chicle y miraba de un lado a otro del estadio con la mirada perdida, fruto de la excitación previa al inicio del partido. Por aquel entonces, el sorteo del saque inicial se gestaba en el césped y el Valladolid decidía cambiar el campo al Madrid. Este genuino individuo, ante la osadía que supone querer quitarle el sofá al dueño de la casa y quedarse con el mando de la tele, clavaba su mirada en el técnico del Valladolid: "¡Mendilíbar!, ¡os van a caer siete como a Las Palmas!, ¡acuérdate!". Semejante acotación histórica pudo sonar a chiste en un principio a la grada blanca que aguardaba a su lado el comienzo del partido, pero nadie esbozó ni una leve sonrisa. No era una simple cábala de un loco que por ahí pasaba, y su augurio nadaba en un halo misterioso que profetizaba un final esperpéntico pero que nadie se atrevía a contradecir. La historia le avalaba: El técnico le cambió el campo hace ya seis años al Madrid antes de comenzar el partido y se acabó llevando siete tantos...

El partido
En lo meramente futbolístico, el Valladolid apostó por jugarse la paga con el Madrid, y la acabó perdiendo en ese fino umbral que separa la valentía del más absurdo de los suicidios. Se agradece que un equipo pequeño venga a jugarle al Madrid a su campo, y el fútbol debería dar recompensa a este tipo de actitudes, pero plantarle una defensa tan adelantada al Madrid es como tirar piedras a un panal de abejas y quejarse después porque te hayan picado. Entre Sisi, por banda derecha, y el sempiterno Víctor, lograron intimidar en algo al equipo merengue los primeros instantes, pero no eran más que los 5 minutos de rigor balompédico que descubren las carencias del más débil para dar paso a las virtudes del contrario. Y es que este Madrid es muy distinto al del año pasado, pero aún guarda lo mejor del libro Gordo de Capello y, además del sacrificio y el espíritu unificador de la plantilla, este equipo no se obsesiona con tener la pelota, lo que supone no venirte abajo aunque no tengas la propiedad intelectual del juego.

Una vez superada la fase de tanteo y tonteo con el rival de turno, el Madrid recogía el tren de aterrizaje e izaba el vuelo rumbo al área contraria. Gago ejercía de amigo de todos en el centro del campo enlazando la defensa con el medio, y hacía las labores de subordinación ofensiva ante la manija de Guti. Aún permanecía cierto aire rebelde en los pucelanos, cuando Robinho protagonizaba una arrancada fugaz por banda izquierda y mandaba un balón interior a Robben, de cuyas botas nacía el pase que dejaba solo a Baptista ante Asenjo, y remataba a bocajarro para iniciar la goleada. Era demasiado pronto para cantar victoria, pero también lo era para hacer el primero, y alguna mente calenturienta (léase el primer párrafo) ya cantaba la goleada. Si el Madrid ya ganaba a los ocho minutos, y esos fueron los mejores momentos del contrario, no pueden perderse el recital que a continuación paso a narrarles, y que erige a dos grandes protagonistas con reminiscencias epopéyicas encarnadas en la figura del guerrero Aquiles, que poseía el talento innato para pasar a la historia, pero era vilipendiado por su rey. Pasen, pasen y lean.

No voy a entretenerme en narrarles, uno por uno, cada gol de los blancos en esta goleada, que hacía tiempo que no veíamos en el Bernabéu, igual que no puede explicarse el sentimiento desatado por un reencuentro fortuito. Esta es una historia de virtudes, de talentos, donde no caben estadísticas ni números concretos. A Raúl aún no se le habían hecho las presentaciones pertinentes con la pelota del partido, pero cuando eso sucedió, dribló al portero rival y con la pierna derecha introdujo el balón en las mallas. No le hizo falta más. El capitán blanco sigue demostrando que vuelve a sus fueros, que superar la treintena no implica un desgaste físico mayor. Pero lo que es más evidente, que lo de Luís Aragonés con él, es caso aparte, y ya no se entiende que Raúl no vaya a la selección si no es por una mera cuestión personal del seleccionador. Pero el siete no es el caso más sangrante.

En ese mismo gol. Y en el anterior. En el siguiente y también en la jugada del penalti. El quinto fue suyo. También el sexto y, cómo no, en el séptimo y último tanto del partido también participó. En todos ellos Guti dejó su olor. Y no hablo de un simple y llano robo de balón, o un toque de lado a lado para dar continuidad al juego, no. Guti mandó de principio a fin, rozó lo impecable en cada acción. Y ya es una más. No solo hizo dos goles de bella factura, (uno de ellos solventando un mano a mano y el otro colando el balón por la escuadra impactando antes en el poste), sino que llevó la batuta del equipo de una forma soberana. Y si eso fuera lo mejor… pero el de Torrejón se inventó dos pases, uno en cada mitad, sencillamente suntuosos. Vale que su carácter rebelde le convierte en un animal potencialmente peligroso para un Mundial, me consta que no es un jugador carismático y que peca de irregularidad en algunas fases. Pero considerar que Guti no es uno de los 22 mejores jugadores de este país no es sólo una ofensa al propio jugador sino un serio agravio al fútbol.

Del resto del partido se pueden sacar algunas concusiones más. Que Soldado pudo jugar, probablemente, su último partido en Liga con el Madrid. Cosas de Schuster, quién sabe. Que Casillas se empeñó en dar un ligero toque de emoción con un fallo garrafal, hasta en esto es bueno, ya que elige partidos sentenciados para errar. Y, otra conclusión, que para que falle Casillas, primero han de pasar por Ramos, que no es quitarle un caramelo a un niño. Por mucho que Cannavaro sea balón de oro, capitán con la selección Italiana y campeón del Mundo. Aunque lo trajeran para ser el coronel de esta defensa madridista, lo cierto es que el Sevillano ha demostrado sobradamente que es capaz de aunar muchas más medallas en su solapa. Pero son cosas baladíes, retomen el párrafo anterior y piensen: ¿Qué tipo de selección queremos?

No va más
El partido acababa en el Bernabéu antes de tiempo. Y no es que al árbitro le visitara en el acto casi carnal, que es ver jugar a Guti, un espíritu piadoso con los de pucela y decidiera acabar antes de tiempo. El partido moría en la grada cuando, al caer el séptimo, el profético personaje de esta historia decidía levantarse de su asiento: “¡Mendilíbar!... ¡siete!, ¡te lo dije!, ¡siete!”. Y acto seguido se marchó… y con él, una cuarta parte de la gente que se sentaba cerca de él, y que el ambiente y la cercanía les permitía escuchar sus predicciones. No sé si viene de antes, o si tan solo fue una caprichosa casualidad que hizo noche en este peculiar personaje, pero lo cierto es que la gente dio por terminado el encuentro en cuanto él se levantó de su silla, y puso rumbo a casa ocho minutos antes. Hay quienes mandan en el campo, como el de Torrejón, y quienes lo hacen fuera de él. Esperemos que este segundo caso no corra en su vida la esquiva fortuna del que posee un talento incomprendido, y que durante toda su vida le ha tocado vivir al catorce madridista.

lunes, 11 de febrero de 2008

Daudén y Villa derriban a un buen Betis

La pegada del Valencia decide un choque igualado. Buen partido de los verdiblancos, solo empañado por los errores defensivos. Joaquín se quedó sin marcar esta vez.

Los precedentes no atisbaban ni un mínimo rayo de esperanza para la expedición bética en su visita a Mestalla. Muchos son los años ya sin sacar la victoria en feudo valencianista. Pero como lo del Betis es dar una de cal y otra de arena, tras la fantástica victoria en Montjuic y la lamentable derrota en casa ante el Deportivo, ahora tocaba la de cal, a esto se cogían los aficionados verdiblancos. El Valencia si llegaba al choque en un buen momento de forma tras la clasificación copera y la victoria en Zorrilla.

Pero los antecedentes no valen para nada cuando dos equipos se juegan tanto. Daudén señaló el comienzo del duelo y el Betis pronto se encontró en el partido. Capi, esta vez sí, mandaba sobre el tapete, muy bien secundado por Arzu y Ribera, ganando la partida a un centro del campo de musculo, con Marchena y Maduro. Y pronto apareció en pantalla el que iba a ser un tremendo cara a cara entre Joaquín y Fernando Vega, donde el gaditano partía con todas las de ganar. El lateral estaba acongojado ante tal driblador delante de sus narices y sólo podía pararlo en falta.

Con Jose Mari y Xisco intentando perforar la defensa valencianista y con un solitario Edú en busca de alguna ocasión que llevarse a la boca, llegó el primer aviso valencianista, Joaquín se planta mano a mano con Ricardo y el meta le gana con creces. Pero el conjunto ché sacó una importante lección de esa jugada, la dupla de centrales formada por Juanito y el debutante Álex Ortiz era débil, el eslabón más débil de la cadena montada por el “ausente” Chaparro. Y es que Mestalla no es un buen campo para debutar en Primera ni Juanito el mejor compañero de viaje.

Es este Valencia un grande de nuestro fútbol, y como tal, no suele avisar más de una vez, y menos si está un tal Villa en el terreno de juego. La primera que tuvo (minuto 15), en un gran pase de Moretti que se coló entre los centrales, fue a parar a las mallas de un gran Ricardo, más no pudo hacer.

El golpe en la mandíbula fue muy bien encajado por el conjunto heliopolitano, Capi seguía empeñado en hacer llegar balones a Edú y a Xisco, pero faltaba pegada, como se notaba la ausencia del “killer” verdiblanco. Con Pavone lesionado nadie intuye el gol, no hay sensación real de peligro para el rival. Y, de nuevo, cuando mejor estaba el Betis, nueva contra y balón en profundidad a Villa, que se apoya en su mano para controlar y servirle el balón en bandeja a Silva, que empuja a la red en el minuto 27. Juanito, que presenció mas cerca que nadie la jugada se comía al árbitro, y esta visto que si no hay mano negra contra el Betis, sí han habido ya demasiados errores arbitrales en contra del conjunto verdiblanco como para quejarse abiertamente.

Un nuevo gancho a la tez de un buen Betis, quizá definitivo. Pero el descanso trajo aires nuevos a los de Chaparro, en forma de Sobis y Caffa, que sustituyeron a un gris Jose Mari y al ex-valencianista Xisco. Y es que el móvil del técnico bético echaba humo, mientras dialogaba con el improvisado técnico en esta cita liguera.

Primer balón tocado por el excelente zurdo argentino, Caffa lo convierte en una asistencia de oro para que Edú, siempre Edú, lo envíe a la red de Hildebrand. Y que lástima que no probáramos antes al nervioso meta ché. A partir de aquí, el Valencia se echa para atrás, muy de Koeman esto, y confía su ataque únicamente a la habilidad de Joaquín para aprovechar los espacios dejados por el Betis. Y vaya si lo hace, Vega le azota la enésima falta y ve amarilla, lo que aprovecha Chaparro para introducir a Babic en su lugar. En el Valencia Vanega entra por Maduro, poco afortunado en la labor de contención.

El Betis lo intenta por todos lados, Sobis mantiene una dura pugna con Moretti, en la que casi siempre resulta perdedor, incluyendo en un posible penalti no pitado y que se resuelve con amarilla al italiano por recriminar al brasileño. Caffa lo intenta por el otro extremo con el portugués Caneira con idéntica fortuna y Capi demuestra su clase con jugadas individuales que no acaban tampoco en buen puerto. Pura impotencia, falta el último pase, pero también un rematador. En estas entra Sunny por Mata y Arizmendi por Silva, declaración de intenciones.

Se le agotaba el tiempo al Betis, que tampoco se volcó absolutamente al ataque, preocupado por las internadas de Joaquín que traían de cabeza a la zaga bética. Pero a todo cerdo le llega su San Martín, eso debió pensar Juanito respecto al rácano juego ché, cuando envió el balón al larguero en un córner botado por Sobis. Se le escapó el empate al Betis, y pasó lo que suele pasar en estas situaciones, marcó el tercero el Valencia a falta de pocos minutos para el final. Daudén se inventa una nueva falta en contra del Betis, y Villa, más listo que nadie, la saca antes de tiempo enviándola donde el gran Ricardo no puede llegar jamás, quitando las telarañas de la escuadra izquierda. Tras este nuevo mazazo, el Betis siguió intentándolo, pero ya más de cara a a galería que por propia convicción. El pitido final fue un alivio después de remar tanto y tan a contra corriente.

Al final nos quedamos con dos conclusiones, Villa ha vuelto, ha sido la diferencia entre un equipo y otro, él, sólo él, y los valencianistas ya tienen la pegada de los grandes. Una pegada tan importante en nuestro fútbol (que se lo digan al Madrid de Schuster). Y la segunda conclusión es que hemos visto un muy buen Bétis, un Bétis que no tiene al asturiano, pero que tiene a Pavone y si sigue jugando así cuando se recupere el ariete argentino los ansiados puntos llegarán, más si cabe si Capi mantiene el nivel de este encuentro.

domingo, 10 de febrero de 2008

Volvió el killer uruguayo

El Atlético realizó una gran segunda parte. Forlán anotó los dos tantos del partido. Los rojiblancos vuelven a Champions. El Racing desilusionó.

Hay jugadores de fútbol que viven del gol, jugadores que cuando no son capaces de perforar las mallas se van a casa cabreados. Les cuesta dormir incluso cuando su equipo ha conseguido los tres puntos. Forlán es uno de ellos.
El uruguayo llevaba varios partidos siendo el mejor del conjunto rojiblanco, a excepción del santificado Agüero. Siempre ofreciéndose, trabajando para el equipo, dándole salida al parsimonioso, somnoliento y atorado juego del Atlético. Pero él necesita el gol. Sirva como ejemplo el ímpetu que le pone a cada una de las celebraciones de sus tantos, quizás sólo similar a cuando marca el añorado por la parroquia azulgrana Samuel Eto’o.

El partido
Una vez más el Atlético saltó al campo con una empanada mental que auguraba otro partido impreciso y triste como los últimos disputados por el conjunto de Aguirre. El Racing casi sin querer dominaba y encerraba en su campo a los colchoneros. Dirigidos por un gran Duscher, con Smolarek descolgándose como mediapunta y el canterano Iván Bolado moviéndose entre los centrales. Los de Santander arrinconaban al Atlético como un moscón de discoteca a la guapa de la fiesta (una referencia literaria al gran Iñako Díaz-Guerra).
El Sardinero apretaba y sólo Abbiati era el culpable de que en el minuto 20 siguiera el empate a cero. El italiano con una gran estirada desbarataba la mejor ocasión del Racing a tiro cruzado de Iván Bolado.
Fue entonces cuando Forlán cogió las riendas. El killer lo intentaba con dos zurdazos desde la frontal que detenía sin problemas Coltorti. Acto seguido el Atlético enlazaba la mejor jugada del encuentro, combinando al primer toque el uruguayo se plantaba dentro del área y con un soberbio taconazo le regalaba en bandeja una asistencia a Pernía que no lograba batir al portero racinguista.

Y llegó el vendaval
Tras la charla de Aguirre el Atlético salió enchufadísimo. Dispuso de tres ocasiones clarísimas que no supo materializar, hasta que apareció él. El ‘7’ rojiblanco, el incansable Forlán, que enganchó un disparo raso desde la frontal, tras un rechace de la defensa santanderina, que acabó en las mallas (eso sí el Kun había elaborado una grandísima jugada, al César lo que es del César).


El golpe dejó K.O. a los de Marcelino, la perfecta tela de araña se deshizo y las ocasiones llegaban una tras otra. El amigo con el que disfrutaba del partido (cervecita en mano, eso que no falte) hacía gala del tópico: “el que perdona...”. Se equivocaba. Ahí estaba el protagonista de la tarde, el ambidiestro Forlán, que con su magnífica zurda empalmaba un disparo durísimo con rosca que se colaba como un obús entre los tres palos. Coltorti atónito se esforzaba por detenerlo, pero más bien parecía Keanu Reeves en Matrix esquivando las balas del cañonero charrúa.
El Racing no despertó, no pudo reponerse de las dos estocadas mortales del ariete atlético. Así los del Manzanares ponen fin a la mala racha en Liga que arrastraban desde el derby y retornan a los puestos de Champions. Seguro que con un Forlán como el de hoy, al año que viene se podrá disfrutar en el Calderón de los mejores equipos del continente.

Conclusiones:
Forlán: En el segundo tiempo estuvo más cerca del área, dejó las labores de enganche y fue donde resultó determinante.
Perea: El colombiano volvió al centro de la zaga, fue todo un seguro al cruce y cuajó un magnífico partido. La afición ni se acordó del lesionado Eller.
Munitis: Marcelino va a echar mucho de menos su ausencia. Si vuelve el cántabro el Racing tendrá opciones de clasificarse para la UEFA.

La Corona es para Rudy

TAU Vitoria 80 - DKV Joventut 82

El Joventut se hace con su 8ª Copa del Rey. Rudy, la estrella: 32 puntos y segundo MVP en una fase final. El TAU cae con honor ante su público. Aíto es el rey de copas, 5 en su palmarés.


Ya en los prolegómenos se apreciaba el olor a final de las buenas. El Fernando Buesa Arena lucía sus mejores galas y el cartel de "no hay billetes". La afición vitoriana se agolpaba en las butacas deseosa de celebrar un nuevo título copero y, esta vez, en casa. Los 700 badalones que se desplazaron a Vitoria derrochaban ilusión. La ilusión de tocar de nuevo el cielo con las manos, volver a sentir lo que es ganar un trofeo nacional, once años de sequía eran demasiados para la Penya.

A las 6 de la tarde el partido daba comienzo con los mejores sobre el parquet, Rakocevic y Prigioni dirigían la orquesta del juego baskonista y la doble R, Ricky-Rudy, saltaban a la cancha con su veneno mortal, dispuestos a aniquilar a otro enemigo más tras acabar con Pamesa y Real Madrid.

Los primeros minutos transcurrían con igualdad, con una mínima ventaja verdinegra tras dos triples del versátil alemán, Jagla. La fuerte defensa en zona que ordenaba Aíto creaba problemas a los anfitriones. Sin embargo, a la vez que Rakocevic calentó su muñeca, despertó la motivación del TAU. Antes de acabar el primer cuarto ya los vitorianos le habían dado la vuelta al electrónico (14-13). Primeros diez minutos de imprecisiones, nervios y "calentones" como el de Rudy Fernández con Mickeal. En la Penya no pintaban bien las cosas: Rudy no parecía tener su día y Ricky Rubio no conseguía encontrar los huecos en el ordenado contrario, lo que provocaba recurrir al perímetro con escaso acierto.





El segundo cuarto empezó con un asedio local que hacía presagiar una escapada. Mickeal y McDonald dominaban en la pintura y Muoneke armaba el brazo desde el exterior (25-16). La Penya no anotaba desde dentro y registraba un paupérrimo 2 de 13 en triples. Justo en este momento, cuando el Joventut llevaba sólo 3 puntos en el cuarto, emergió la figura del partido. Rudy se echó el equipo a la espalda y comenzó su exhibición de triples, mates y fintas imposibles. Su socio Ricky despertó a su lado con un par de canastas estratosféricas. Un Mickeal perdido en protestas (le señalaron una técnica) ayudó también a que el DKV se mantuviera enganchado al descanso (33-30).





La segunda mitad empezó con un triple de Rudy. Su equipo parecía enchufado de nuevo desde la línea de 6'25 tras dos más de Mallet y Ferrán Laviña. Sólo Prigioni e Igor Rakocevic eran capaces de mantener al TAU ligeramente por delante (58-55). Lo de Ricky Rubio merece un capítulo aparte. Este chico lleva una progresión de estrella. No estuvo muy acertado en la faceta anotadora pero en su especialidad es letal. Es el carterista del baloncesto, un pulpo que con sus tentáculos se hace con la pelota en un abrir y cerrar de ojos. Si no, que le pregunten a Prigioni.





El último cuarto se presentaba apasionante. El TAU seguía por delante con sus hechuras de gran equipo que da la cara en las citas importantes. Los del técnico Spahija son un bloque sólido y la hinchada baskonista volcada a su favor hacía del Buesa Arena un infierno. Pero Rudy Maravilla no se asusta ante nada ni ante nadie. Valiente, aceptó el reto de sacar a su Penya de las tinieblas y a base de efectividad impoluta en el tiro libre, jugadones individuales y bombas inteligentes desde su casa puso a su equipo por delante (62-64) con 5 minutos para el final. El B-52 verdinegro pronto volará a los Estados Unidos para triunfar en la mejor liga del mundo. En las filas del TAU, Teletovic estaba empeñado en aguarle la fiesta con 3 triples consecutivos que ponía el partido en tablas (74-74). Una pérdida de balón del eterno capitán baskonista, Vidal, desembocó en un contraataque que culminó Rudy machacando el aro rival y culminando el asalto de los corsarios verdinegros al Buesa Arena. Quedaba lo mejor: últimos 60 segundos en los que una brillante defensa zonal de los de Aíto dio paso a dos tiros libres decisivos (77-78). El que debía ir a la línea era Ricky Rubio. Sí, el chavalito de 17 años tenía que jugársela. ¿Le podría la presión? Pues no, la bisoñez que se le suponía se esfumó con dos puntos vitales. Qué barbaridad, es un hombre escondido en un cuerpo de crío. Un lanzamiento teledirigido de Teletovic lo escupió el aro y, tras rebote del DKV, falta a Mallet y dos tiros más. El banquillo de la Penya saltaba de alegría, estaba hecho. El base los anota (15 puntos en un buen partido). Un triple final de Prigioni no impidió la debacle en el Buesa Arena (80-82).





No pudo ser, el TAU no consiguió su cuarta Copa en año par, tradición que empezaba a asentarse. La miel del triunfo iba camino de Badalona. Una ciudad que respira baloncesto y que, once años después, saborea el éxito. Un entrenador, Aíto García Reneses, el coleccionista de títulos. Un héroe, Rudy, que con 32 puntos vuelve a ser MVP como en 2004. Un equipo que practica un juego sublime y que despierta mucha simpatía por fin obtuvo una alegría. Badalona tiene un nuevo Rey, Rudy Fernández. Larga vida al rey.





miércoles, 6 de febrero de 2008

Sin historia

España 1 - Francia 0

Victoria que sabe a nada. Partido para recordar...olvidarlo, para olvidar...recordarlo. Gol made in Capdevilla. Y poco más


Un partido de fin de semana me pide que empiece narrando las impresiones, los primeros minutos, y poco a poco descifrar la historia que esconde cada partido en el bolsillo secreto de su chaqueta. Pero esto es bien distinto. Cuando se trata de selecciones nacionales, el partido empieza antes. Y no me refiero a las declaraciones de Aragonés, dando a entender su posible marcha. Ni siquiera de su guerra con Raúl, donde el sabio se dedica a pasar por tonto y el madridista suelta algún que otro grito a la puerta del Ayuntamiento. El sentimiento es bien distinto. Es ese gusanillo que baila en tu estómago cuando escuchas tu himno, nuestro himno, y cuando observas al contrario con respeto cantando el suyo. Sí señor, con respeto. Porque, pese a que algunos siguen empeñados en empañar, restar solemnidad al grito de guerra de tu adversario acaba por quitar importancia al tuyo propio.

Ya en el campo parecía que los roles estaban cambiados. Eran los franceses los que llevaban la camiseta roja y los pantalones azules, y con esos colores uno entiende tarea difícil ver a nadie cantar la Marsellesa. Ya acostumbrados a nuestros colores, un sentimiento de usurpación, seguro, se instaló en muchas de nuestras mentes. Y es que nadie concibe ver a su mujer en los brazos de otro hombre. Para colmo, teníamos que conformarnos con ver a Xavi y compañía lucir un amarillo chillón que, si bien luce gustoso en nuestra bandera, es un color que, en este deporte, pide a gritos ver a Robinho, Ronaldo y amigos, pero ese no era el trato.

En lo puramente futbolístico poco puede contarse, salvo que hay veces que ni los nombres de los protagonistas consiguen que nos creamos un partido. No es por falta de ganas de atizarle a Francia y mancharle los morros de blanco, pero la misma alineación de Luis para el partido era una invitación a cambiar el canal del televisor, o hablar con el de la butaca de al lado, porque ni el propio seleccionador creía en este partido.

Si poco creía el de Hortaleza en la Navidad, no eran más católicos los jugadores, que tenían más en mente no lesionarse que regalar a la parroquia malagueña un espectáculo medianamente aceptable. Poco trabajo tuvieron los porteros ante el ritmo andante de ambos equipos que, sin embargo, parece que, aun a medio gas, tienen aprendidos sus papeles. Una España tratando de mecer el partido a base de toques de un lado a otro, hasta acabar durmiendo en sus brazos al rival y, de puro aburrimiento, asestarle un golpe definitivo. Francia, por su parte, a lo suyo. Plantando un dique de contención futbolística y engañando con dos sacudidas certeras.

De uno de esos enajenamientos ofensivos “a la francesa”, que tan bien plantea el barcelonista Henry, pudo caer el gol galo allá por la segunda parte, pero vivir en España es lo que tiene, que siempre quieres volver y tienes que dejar amigos. Iker debió jurarle amistad eterna, porque no es normal que el bueno de Tití telegrafíe una acción tan sobradamente clara, y el balón acabó recalando en el pie del madridista.

Aún habiendo perdonado el francés, para entonces Capdevilla ya había hecho un gol con denominación de origen en sí mismo. De carambola a tres bandas, tras un zapatazo fugaz de Iniesta, que se está erigiendo como pieza angular de este equipo. La trayectoria de la pelota del zapatazo del albaceteño, profetizaba que el balón dormiría en las mallas, pero el disparo salió repelido por una cabeza fantasma que allí habitaba con apellido familiar para algunos, Lassana Diarrá.

El partido regaló poco más. Un cabezazo de Benzema al larguero que Casillas aún está buscando en sus espaldas. Este joven jugador está llamado a ser un nombre muy a tener en cuenta en el panorama europeo y quizás un próximo jugador de la liga española. Y es que el futuro reside ahí. Francia ha olvidado a los jugadores de noble cuna parisina y su selección es un vaivén de culturas, religiones y razas distintas que conviven bajo una misma bandera. En el caso de Benzema, sus orígenes argelinos ya nos hacen recordar al eterno Zidane, y España está en proceso de cambio hacia ese estadio. Quizá para entonces estemos preparados para ganar algo importante. ¿Quién sabe?