Vivan los martes y sus pachangas

Creo que éste es el primer artículo que no hace referencia al deporte profesional, sino al amateur. Ése que todos nosotros practicamos sin ánimo de lucro, donde el único objetivo es pasar un rato divertido haciendo algo saludable. Con este propósito, los que formamos parte del master decidimos jugar una pachanguita a la semana, por consenso fijamos los martes.

Hoy ha sido la última pachanga en la que participo, por suerte o por desgracia empiezo a trabajar mañana y era mi último martes ocioso. Lo mejor de todas estas semanas había sido la limpieza y la deportividad con la que todos nos habíamos empleado en el campo. El otro día cuando le comentaba esto mismo a Manu Morillas no terminaba de creérselo, me preguntaba: ¿estás seguro que no ha habido ningún pique?; yo respondía con un rotundo no.

Sin embargo, nuestro provocador number one, Javi Véliz, rompió esa armonía la pasada semana cuando en una jugada en la que no tenía posibilidades de alcanzar el balón me atizó una buena segadita. La cosa no fue a más. Me gusta el fútbol tal y como es, y a veces tienes estas cosas, enseguida entendí sus disculpas y continuamos el partido sin problemas porque además cabe destacar que corría el minuto 1 del encuentro.

En la jornada de hoy nuestro protagonista, el afamado Genaro Gattuso, también se ha visto envuelto en un rifi-rafe con diferente actor secundario. Tras varios lances del juego Genaro soltó la pierna alcanzando a Javi Coloma. La reacción no se hizo esperar pero afortunadamente tampoco fue a más. Yo me quedo con el gesto que pocos vimos cuando finalizó el partido: Javi Véliz asumiendo su parte de culpa fue a disculparse, ambos se dieron la mano en un gesto que hizo grande mi último partido con los súper frikis del deporte.

Mención aparte merecen Sonsoles, Lorena y Marina que acudieron a animar un día más bajo la leve lluvia que amenazaba el espectáculo. Ellas al igual que todos ellos lograron hacer especial este partido “homenaje” o memorial como insiste en llamarlo Fran.

Gracias por haber impulsado estas pachanguitas en las que tan bien me lo he pasado. Cuando los martes esté currando como un auténtico becario, no pensaré en lo bien que podría estar durmiendo en mi cama sino en la envidia que sentiré de pensar que no puedo estar galopando por la banda sin control tal y como acostumbro.

Gracias frikis, y a seguir entrenando que cuando vuelva a los terrenos de juego os quiero ver más en forma que nunca.