miércoles, 19 de marzo de 2008

A las puertas del cielo

Copa ULEB
Kalise Gran Canaria 88 - Galatasaray Café Crown 79
El Gran Canaria ganó pero cayó eliminado. Los turcos demostraron gran entereza administrando su ventaja. El empuje canario fue insuficiente para lograr la machada. No acompañó la eficacia y el perímetro otomano (13 triples) destrozó a los amarillos.


A cien metros del Centro Insular de los Deportes uno se podía dar cuenta de la importancia de la cita de anoche. Las paredes del vetusto recinto de la Avenida Marítima retumbaban con un grito al unísono que parecía hacer peligrar sus cimientos: "¡Sí se puede, sí se puede!". 5000 personas abarrotaban las gradas para tratar de llevar en volandas a su equipo que necesitaba remontar una desventaja de la ida en Estambul de nada más y nada menos que 25 puntos. Tiempo para valientes...y para creyentes.


El choque comenzaba con un Kalise que salía en tromba. Una canasta inicial del pívot senegalés Sitapha Savané bajo el aro dio paso a un arreón que culminaron Sergio Pérez y el americano Caner-Medley para poner al Granca con un parcial 10-2. La grada rebosaba ilusión y pitaba los ataques turcos con una intensidad que recordaría a los visitantes sus derbis ante el Fenerbahçe Ulker en la región del Bósforo. Se solicitó un infierno y los presentes sumieron al rival en las tinieblas. Sin embargo, el Galatasaray no se amedrentó en exceso y pronto empezó a demostrar que no sería una presa fácil. Robert Hite, Chris Owens y Dee Brown desenfundaron sus fusiles y comenzaron a hacer daño desde la línea de 6'25, tal como ocurrió en la ida. La salida en los instantes finales del bombardero canadiense Carl English animó al público y mantuvo al Granca en ventaja al final del primer cuarto (25-20).






El próximo período comenzaría a desanimar a la parroquia amarilla en un vaivén de sensaciones. Los otomanos salieron muy concentrados y comenzaron una exhibición de triples con Erden como referente (no falló desde el perímetro en todo el partido, 5 de 5), lo que propició su primera ventaja en el electrónico (31-32). Owens y el gigantón Johnsen dominaban en la pintura a los pívots locales y pusieron a su equipo con una ventaja de 4 puntos (37-41). En ese momento emergieron Joel Freeland y Carl English. El primero de ellos saltó a cancha cinco minutos y fue capaz de contrarrestar el dominio turco debajo del aro, anotando tres canastas casi consecutivas (incomprensible que el técnico Maldonado le sentara el resto del partido). El alero English empezó a calentar su muñeca y con varias canastas, con triple sobre la bocina incluido, puso un parcial de 11-0 que llevó al descanso con un esperanzador 48-41.

Todo podía pasar aún. Y para los que más creían en el milagro Carl English regresó a tono del vestuario y encestó otro espectacular lanzamiento de tres para poner diez arriba al Granca. Apoteosis en la grada, terror en los turcos y un grito "Sí, sí, sí, nos vamos a Turín". Este fue el momento clave del partido. El único instante en que el Galatasaray parecía tocado, no en vano estuvo 4 minutos sin anotar. Desde el banquillo visitante podía observarse a Gaines, ex Joventut, llevarse el dedo índice hacia la sien: cabeza, pedía cabeza. Y vaya sí la tuvieron. En un abrir y cerrar de ojos se sacudieron el miedo y sacaron a relucir un descaro increíble sobre el parqué. En ataque, empezaron de nuevo con rachas soberbias de cara al aro, y en defensa frenaron a English, además de cerrar de maravilla el juego interior de Savané (una canasta en todo el encuentro), Kornel David (que se vio obligado a salir al exterior) o Caner-Medley. Así voltearon el electrónico (57-61). Con este panorama quedaba todo en manos de Mario Fernández, Roberto Guerra y Norris. Los dos primeros demostraron coraje y ganas, dando todo por cada balón. La otra cara de la moneda fue el base Norris que no tuvo su día con unos horribles números (1/4 en tiros de 2 puntos y 0/3 en triples).


El último cuarto sólo podía servir para despedirse de la competición con la cabeza bien alta y dedicar una victoria a una grada que estuvo sublime toda la contienda. El Granca tiró de casta y orgullo guiados por Mario y el ídolo de la tierra, Guerra. El conjunto turco se vio sobrepasado por el ímpetu del gaucho Víctor Baldo y la presión asfixiante por toda la cancha de un enrabietado Mario Fernández (73-64). De aquí al final English, más suelto en su marcaje, enchufó varias canastas desde 6'25 y el partido concluyó con 88-79.





La eliminatoria se perdió en una mala noche de pasión turca en Estambul hace una semana. Aquel horroroso partido de los grancanarios (99-74) marcó el pase de un Galatasaray que, aún así, demostró grandes tablas, no se amilanó por el ambiente y fue superior en términos globales tras este cruce. La triste realidad es que no se pudo lograr la histórica clasificación para la Final a Ocho de Turín, dónde sí estarán los otros tres españoles: Joventut, Akasvayu y Pamesa. El Granca sigue echando en falta ese paso definitivo, en el momento decisivo, que le lleve a cotas más altas. Ni en la Copa del Rey, ni en los Play-Offs ACB, ni ayer en la ULEB. Una vez más, a las puertas del cielo.












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