viernes, 14 de diciembre de 2007

Zidane: Recuerdo Divino

Con la marcha de Zidane se nos fueron los marqueses, el fútbol ilustrado, el de cabeza alta, mirando al tendido. Con el francés no muere la concepción del fútbol fácil, pero sí la filosofía de la elegancia.

Zizou era distinto a todo y a todos. Esa mirada perdida que apuntaba al infinito, ese andar pausado del que se siente siempre por delante. Su forma de manejar la pelota, siempre a coro con la estructura de su cuerpo, hacia pensar que el jugador permanecía estático, y era el universo el que giraba en torno a su figura. Evangelizó la doctrina de la mejor opción, el fallo no entraba en ninguno de sus planes. Tenía la desfachatez de hacer fácil lo imposible, de desnudar una defensa bien armada con solo lanzar su mirada a un corner.

Hacer jugar a un equipo entero no es cosa sencilla, pero cuando recibía el balón, el ya tenía los deberes hechos. Antes de tocar el cuero ya tenía planeada la jugada, iba un paso por delante de esta ciencia que es el fútbol. Era una de esas figuras que nacen cada veinte años. Casi divino, solo casi, porque a veces ponía los pies sobre la tierra, y con una patada de rebeldía, un codo mal tirado, o un cabezazo suicida, nos hacia regresar a la realidad. Esa era su forma de recordarnos que era humano, y en lo humano entra el desmán, el arrebato … pero su fútbol tenía conexión directa con el cielo.

Zidane se fue sin recompensa. Su última locura fue demasiado castigo para él, para todos, para el fútbol, que no pudo devolverle todo lo que él le dio durante su carrera. Pero jugadores como él nunca mueren, no abandonan los focos que algún día dibujaron su silueta en la hierba, y reaparecen encarnados en un destello mágico de algún muchacho de veinte años que nos traen recuerdos de tiempos pasados, donde una coronilla afeitada arrancaba los suspiros de una grada que no pudo corear su nombre el día de su despedida. Y quizás por esto Zizou, en el fondo, y pese a nuestra falta de esperanza, jamás nos haya abandonado.

4 comentarios:

Fran dijo...

Muy bonito Javi. Un texto de bella factura sobre el mejor jugador que yo he visto fabricar fútbol de mi época. Monsieur Zidane. Gracias Javi, gracias Zizou.

javier veliz martinez dijo...

Ahi, ahi, ahi, madridistas incapaces de comprender la esencia del fútbol. Zidane para aquí, Zidane para allá, que si los pajaritos vuelan, que si el mar es azul y la nieve blanca.

Javi, me gusta tu estilo, es parecido al de Zidane, que enamoraba con un control y maquillaba 60 minutos de dejadez y desaparición. Ese hombre tenía el arte de hacernos olvidar su poco trabajo en el cesped. En cierto modo, me recuerda a un querido amigo que en todas las acampadas y viajes cogía el mocho y decía "vamos a ponernos a limpiar" y a los dos minutos ya no estaba, pero nadie nos percatabamos. Ese fue el verdadero arte de Zizou, el arte del disimulo y la mágia.

Mi estilo para escribir es más industrial, tipo Albelda (gran persona) o Gattuso. Quizá el origen de esto se remonta a que vengo de un pequeño pueblo, al igual que el valenciano criado en "la Pobla Llarga". Abogo por la importancia de la disciplina en el fútbol, del orden, del trabajo bien hecho, que los trabajadores se ganen el sueldo. A mí nuca nadie me ha regalado nada, quizá por eso piense distinto a mucha gente con la que hablo (no digo que a ellos se lo hayan regalado todo).

Amigos, pregúntenle a Del Bosque si se quedaba con Zidane o con Hierro, habría sorpresas, se lo aseguro. Pregúntenle a Cruyff si prefería a Guardiola o a Eusebio, pregunten. Pregunten a Sachhi si se quedaba con Van Basten o con Gullit, animense, venga.

Volviendo a Zidane, de acuerdo estoy con que ha sido muy bueno, no soy estupido. Pero hay les envio una pregunta ¿no fueron los detalles de Zidane mucho menor en número tras la marcha de Makelele al Chelsea? ¿no cayó en decadencia cuando Figo, Roberto Carlos, verdaderos trabajadores de este deporte, y Raúl entraron en estado de depresión? Zizou ha sido un mago, sin duda, el de más talento en los pies. Pero en un deporte colectivo el talento no lo es todo (eso le basta a Federer en el tenis), para pasar a la historia como el mejor se debe ser un líder como lo fue Pelé (el único jugador que ha sido expulsado y el árbitro ha decidido dejarle volver porque el público acababa con el estadio). Se debe ser un jugador total como lo era el bueno de Di Stefano, se debe coger a una banda como el Napoles y hacerle ganar la Liga y la Uefa, al estilo Maradona.

Se debe tener el carácter de mariscal de Beckenbauer, de Cruyff, de La pantera Eusebio, de Pasarella, de Zico, de Platiní, de Francescolli, etc. Todos estos han aportado al fútbol más que el francés, pero como no los hemos visto jugar...

Zidane ha sido un mago, muy buen futbolista de enorme talento, pero no ha sido mejor que los Ronaldo, Raúl, Del Piero, Figo, Laudrup, Stoichkov, Ronaldinho, Henry, Weah, ni mucho menos Maldini o el gran Roberto Baggio.

Por tanto, amigos, no se queden en lo conocido. Hace pocos días vinieron a hablarnos de la documentación en el AS, nadie hacía caso cuando es tan importante para mantener estar informados y opinar con conocimiento de causa.

Este es mi estilo, estilo industrial, sin alardes ni floriuras, pero directo al tema, dirían ustedes que me paso el partido pegando patadas como el bueno de Gattuso o el incomprendido Luccin, pero es mi estilo, tanto en la vida como en el fútbol, la polémica está servida, jajaja.

Willy dijo...

Una invitación para Javi Véliz YA!!!!!!!!!!!!!!
Con un par.

Javier Coloma dijo...

Como diria un amigo mio, que es forense... lo mejor es ir por partes:

Veo un doble debate el que ha abierto nuestro amigo bético. Por un lado una supuesta sobrevaloración de Zidane
como jugador de fútbol y, por otra (que me ha sorprendido), sobre la forma de plasmar las ideas a la hora de
escribir un artículo. Ambas responden a un esquema claro: Zidanes o Albeldas.

Respecto al primer debate me gustaría decir que la opinión de Javier Véliz se basa en pensar que, en el artículo,
se dice que Zidane sea mejor que muchos de los jugadores que él nombra, cosa que, si podeis leer, no dice.
Partiendo de ese fallo, Javi comienza una serie de desmanes (pajas mentales, para los albeldas) que tratan de
aleccionarnos y adoctrinarnos sobre distintos jugadores de la historia del fútbol después de, por lo visto, haber
hablado personalmente con muchos entrenadores de fútbol.

Por otro lado, Javi, hablas de Zidane como un jugador con mucho talento pero de menos valía para un deporte colectivo.
Un señor que hace jugar a su alrededor a la Juventus de Turín, que maneja la batuta en el ataque de la selección francesa
del 98 con los ojos cerrados y una mano a la espalda y que,posteriormente, hace lo mismo con el Real Madrid, yo empezaría
a considerarlo como un jugador válido para cualquier equipo. Lo verdaderamente espectacular de Zidane, si cabe, no es ya
que juegue bien, sino que haga jugar a los 9 restantes. Si tus amigos Del Bosque, Cruyff y Sacchi no lo quieren...
que me lo den a mi.

El segundo debate estaría en el estilo de escritura de los artículos que ya conmenzamos con Juanma Trueba. Yo soy
partidario de que la lectura sea algo más que una simple ristra de ideas. Aunque sé de sobra mi defecto de perderme
en florituras (que ya se ha encargado de recordarnos el señor Véliz), pienso que el lector debe entretenerse, a fin
de cuentas, tratar de ser un Zidane, que la gente se divierta, que goce, porque ¿que es el fútbol sino eso? y trataré
de pulir un estilo que lleve a ello.

Hablas de que tu forma de escribir es tipo Albelda. Para mí en este jugador no hay más cera que la que él mismo reparte.
Es un jugador sin un ápice de brillantez tal, que sume al resto en la más profunda oscuridad creativa.
Le sobra espíritu, pero le falta alma. Su tarea es la de estropear el trabajo de los demás. Su único talento es el
de privarnos al resto de la humanidad de ver a Zidane repartir juego, o a Messi galopar hacia portería. Si no te da
una patada te suelta el brazo. Esa es su tarea. Tremendamente válida para su entrenador, de acuerdo, pero es un asesino
silencioso del noble deporte que amamos. Ya lo dejó claro en aquella "pseudo-bronca" que nos echó a los españoles tras
el batacazo de Portugal a grito de: "¿No queríais a los jugones?", dejando entrever su particular cruzada contra el talento
que él no tiene. Yo no quiero parecerme a semejante personaje. ¿Eres tú un Albelda? Tomo nota

Ahi va mi resto