domingo, 24 de febrero de 2008

El Madrid resbala en el Bernabeu

El conjunto blanco se mostró muy espeso durante los 90 minutos. Al Getafe le bastó con un gran orden táctico. Un despiste de los madridistas al celebrar un gol anulado les costó el partido a la contra. El Barca se pone a dos puntos del liderato. El fútbol es un estado de ánimo.

El Madrid se presentaba en el Bernabeu con un estado preocupante. Tres derrotas casi consecutivas parecían mostrar las carencias del todopoderoso líder. En cuanto a las bajas, una importante por cada línea: Pepe, Sneijder y Robinho. Y para colmo, el Barcelona le hacía una manita al colista de la Liga minutos antes del inicio y se situaba provisionalmente a dos puntos del liderato. Pero a pesar de todo esto, el partido era en el Bernabeu, y los blancos se veían con esa tranquilidad y esa calma de jugar en casa, con los zapatos quitados y la corbata desanudada. 11 victorias seguidas en casa no podían ser casualidad. El Getafe, por su parte, llegaba tras hacer historia en la UEFA y jugando sin Granero y De la Red por compromiso firmado con la entidad blanca. No pintaba muy allá para los de Laudrup.
El partido empezó como mandan los canones futbolísticos. El local dominando el juego e intentando abrir la lata del visitante, que se cierra bien atrás. Pero pronto se topaba el Madrid con un rival que no vestía de azul: el césped. La lluva caída en la capital durante todo el día de forma intermitente parecía afectar más al equipo blanco que a los azulones, y más en concreto a jugadres como Van Nistelrooy o Gago, que ejercían patinaje sobre el verde. Aún con esas, el Madrid encerraba al rival en su campo pero sin llegar a crear verdadera sensación de peligro. Guti sacaba el tiralíneas y dirigía las tropas hacia Abbondanzieri, pero faltaba algo. Baptista se mostraba espesísimo, pidiendo a gritos la suplencia de la que tanto esfuerzo le costó salir. El Getafe simplemente aguardaba atrás, con mucho orden, y saliendo en ocasiones con cierto peligro, pero nada más. Y Robben continuaba con sus acometidas por ambas bandas, generando por lo general más ruido que nueces. El caso es que nos plantábamos en el descanso del encuentro con Casillas y Abbondanzieri con los guantes sin estrenar. Una primera parte realmente aburrida.

En la segunda mitad, la historia no cambiaba en exceso. El conjunto madridista empujando hacia delante pero sin llegar a morder arriba, sin pegada, cosa que le suele sobrar. Schuster trataba de cambiar la inercia del choque dando entrada a Drenthe en lugar del amodorrado Baptista. Pero nada. Agua. Y a todo esto, en el minuto 20 llegaba la jugada de circo. El chiste que si te lo cuentan, no te lo crees: el Madrid marca por medio de Robben. Medio equipo se lanza apresuradamente a la banda para celebrarlo, mientras el juez de línea de esa misma banda levanta el banda señalando fuera de juego. Los jugadores, atónitos, contemplan desde ese mismo sitio como el Getafe saca rápido y monta el contragolpe. Se plantan cuatro jugadores azulones frente a Guti y Heinze en defensa. El resultado, evidente: gol. De Uche, para ser más preciso. El público no daba crédito. Y los jugadores menos aún. Gago se veía besando a Robben por el supuesto 1-0 cuando en 20 segundos la cosa se ponía 0-1. De locos.

Tras la jugada cómica (o tragicómica para los madridistas) de la jornada, el Bernabeu se encendía y se levantaba en armas en búsqueda de justicia. Vale que se pongan pesados en tu casa, pero que encima se rían en tu cara, eso tampoco es. Y por si fuese poco, el mariscal de campo y el único que a día de hoy le da sentido al juego del Madrid, Guti, sentía un pinchazo y se retiraba lesionado.


Al Madrid se le habían subido a las barbas y se encontraba sin timón, corriendo para delante y para detrás como pollos sin cabeza. El campo se les hacía larguísimo y comenzaban los síntomas de agotamiento. Mental y físico. Schuster metía toda la artillería en el terreno de juego, dando entrada a Higuaín y Soldado por el malogrado Guti y por Torres. Pero de poco iba a servir. El conjunto merengue lanzaba balones al área rival como quien tira chinitas a un muro. El Getafe aprovechaba para sacar el tarro de formol y meter el partido ahí dentro, para que durmiese profundamente.

Y el cuento finalizaba así. El Madrid se encuentra en un estado en el que le toses y pierde el partido. así de simple. Durante la temporada tuvo varios partidos que ganaba sin merecerlo, y ahora le toca justo lo contrario. Ahora es el Barca el que parece un gigante que da tres pasos por cada dos de los blancos. Y es que, sin lugar a dudas señores, el fútbol es un estado de ánimo.

4 comentarios:

javier veliz martinez dijo...

Buena crónica amigo Fran, pero en mi humilde opinión debes de reflejar más en el titular lo que ha sido la circunstancia principal del partido. Pues un partido se puede perder de mil formas, pero como la de ayer en el Bernabeu es difícil que ocurra (solo lo ví una vez en el campeonato de fútbol 7 de mi pueblo). Se que como madridista te duele, es lógico, uno no asume que gente a la que iolatra esan tan pardillos, pero debes de hacer sangre en el titular, la ocasión lo pide. Una sugerencia "El Real con cara de tonto" "Belenguer se rie del Bernabeu", algo así, sensacionalista pichita.

P.D: No me puedo creer la ventaja que estais dilapidando respecto al hundido Barcelona, es digno de estudio.

Jorge MJ dijo...

El Madrid anoche jugó un pésimo partido, y no hay que vender que se perdió por una pillería (que se perdió), sino que el Madrid no supo jugarle al Getafe.

Baptista no rinde porque no juega donde debe. Es un jugador que hace daño entrando desde la segunda línea, justo detrás de los delanteros, no en el centro del campo "organizando". Eso es tarea del 14, que ayer por cierto no dio una a derechas, fallando pases una vez si y otra también y ralentizando más de la cuenta el juego cada vez que el esférico pasaba por sus pies.

Buen partido de Gago y de Robben, quizás los únicos que se salvaron ayer, ¡hasta Íker se unió al esperpento con un par de despejes dignos de estudio!

Fran dijo...

Puede ser lo que dices del titular Véliz. Elegí ese para darle un doble sentido debido al estado del césped. Y también debéis tener en cuenta que la crónica la hago a toda prisa para intentar emular la situación en un periódico real, ya que si no podría tardar una horita más y mejorar varios aspectos. Pero aún así voy tomando nota de todo lo que decís, siempre es positivo. Gracias Javi.

En cuanto a ti Jorge, no estoy de acuerdo ni en lo de Baptista ni en lo de Guti. Julio jugó muy mal pero no ayer, sino desde hace mes y medio para ser exactos. Estoy harto de oír que no juega bien porque le ponen 10 metros más atrás, o más alante, o lo que sea. No le sale nada, está lamentable, y prefiero a Granero en su lugar incluso. Y lo de Guti, a mi me parece que jugó bien. Lo que pasa es que si no da 4 pases de gol por partido no os parece correcto. Guti ayer aportó lo justo en defensa, cortó muchos balones, fue de los pocos que no hizo el ridículo en el gol y bajó junto a Heinze, y repartió muy bien el juego. Me gustaría grabar el partido y verlo repetido con vosotros para que veais cuan equivocados estais con este jugador.

A ver si se anima alguien más que Coloma y yo haciendo crónicas del Madrid y Véliz de otros equipos...

Jorge MJ dijo...

Una cosa es que no de 4 pases de gol por partido, cosa que evidentemente es imposible, y otra es que en el mismo partido intente una vez si y otra también el mismo pase interior hacia el área cuando hay 10 tíos defendiendo. Sino te sale las 2 primeras veces, busca otras vías. El contraataque que origina el gol del Getafe, personalmente lo hubiese tratado de cortar con una falta, en el momento de la primera entrada Guti no era el último hombre, con lo cual no hubiese sido expulsado. Pero bueno, esa jugada era una situación desesperada y tampoco hay que hacer más sangre de ella.

¿Cuándo ha hecho daño Baptista? Cuando ha aparecido por las inmediaciones del área. Jugando donde juega tiene a lo sumo una oportunidad de probar su gran disparo. Jugando más adelantado tendría más oportunidades y de esas alguna puede colar, además de ahorrarse las dificultades que tiene para sacar el balón con criterio desde donde está actualmente posicionado.